!♣ тιpos deh ×oooηιн ☆★

• Flequichoni: Son las de rango inferior, o “más pringadas”, se caracterizan por el flequillo que les toca las cejas. Apenas tienen cerebro, por lo que no pueden acceder al cerebro principal de la manada en la que se encuentran, lo que hacen es seguir a las de rango superior. Hay ciertas excepciones de otro tipo de chonis que se puso flequillo y atraviesan por un período de mandato antes de descender en el orden social choni.
• Rarichonis: Estas chonis no tienen flequillo, ni siquiera tienen raya. Tienen todo el pelo apartado hacia atrás en una gran pinza que impide que se separe (curiosamente, el pelo que se prende tiene el característico brillo choni), o pueden tener el “pelo magdalena”, del cual hablaremos más tarde. Esta especial forma de ponerse el pelo hace que desempeñen cargos tan diversos, como dispares; pero escasos. Si la manada reacciona bien a su presencia, se puede convertir en una de las de rango superior, pero si tiene mala acogida, será peor que una flequichoni, no hay término medio.
• Choni estándar: La reconocemos por su característica forma de peinarse, la raya caída encima de la oreja, lo cual les deja el pelo con una peculiar forma de tazón y un brillo pringoso parecido a la lamedura de una vaca. Suelen ser las más comunes. No se ha precisado todavía su función, se estima que son las únicas que pueden desempeñar cualquier cargo o posición en la tribu. Son las únicas que saben que para los demás “son chonis” pero a pesar de ello están muy orgullosas de serlo.
• Choniputilingui: Normalmente vestidas con una minifalda o unos mini-shorts y unas medias tan brillantes como su pelo para que el flash de las cámaras las capte bien, estas chonis son una mezcla entre chonis, pijas y “putilinguis”.
• Transiciones: Hay transiciones de pija a choni, de choni a pija, de fiki a choni, de choni a friki (menos común)… En todo caso, es difícil saber a que estado van a convertirse, a no ser que se mantengan en una observación constante durante meses. Mientras, son transiciones que pueden llegar a ser monstruosas